El cuarto esta vacío y la nada nos abraza, apenas puedo respirar pero me mantengo de pie, tu frente a mi, desnudos, la habitación comienza a expandirse y la nada nos comienza rodear, el aire continua denso, respiro lento, la vista nublada apenas puedo distinguir lo que veo, de algo estoy seguro, ya he estado aquí tiempo atrás, en otro tiempo.
La vista nublada se comienza aclarar, es el mismo rostro que me miró cuando pequeños y decidí encerrar en mi corazón, la nada es oscuridad, eres tu el que odia, el que teme, el que esconde los deseos mas malévolos, frente a mi. De nuevo sonriendo como afirmando que el siempre tuvo razón sobre todo, la humanidad, mi humanidad, el destino, el universo. Miro hacia abajo aceptando su mirada. Me tomas el rostro y señalas hacia el horizonte. Con la mirada mas clara puedo ver el porque estas a mi lado de nuevo, me siento completo.
Eras tu, eras tu la llave que abrió mi corazón a ese ser que había guardado bien. Vuelvo a ser uno pero ya la oscuridad, no tiene miedo, ya no odia, se ha olvidado de lo vil. Mas humano, menos mortal. De entre todas las personas que han pasado por mis tiempos, por mi mente, por mis emociones. Tenías que ser tu mortal, humana, sencilla, sensual...única. De todas las realidades probables, eras tu.
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