oración de tu sonrisa, partiendo hacia el horizonte,
cultivando un recuerdo y una bella emoción en cada ser,
como si fuera un anhelo que amenaza con volver.
Y si nadie te encuentra jamás, sobre ti yo cantaré,
le hablaré a las flores del rumor de tu locura,
y a las aves les contaré de tus ojos forma de uva,
pero al tercer día renacerás de entre las dudas.
Tratarán de olvidarte, como quien olvida lo incómodo,
negarán conocerte, pensando que así serán más tristes,
perdónalos, jueves, porque no saben lo que hacen,
y de ellos ya es el reino de los aburridos e infelices.
Pero se hará tu voluntad, porque eres alma y cáliz,
la esperanza renace, en cada esencia desde la raíz,
y aunque el mundo niegue tu poder y tu existencia,
tu oración perdurará, más allá de la resistencia.
La felicidad permanece,
mientras camines,
mientras respires,
mientras existas,
y cuando ya no estés,
la felicidad seguirá aquí,
así sea.
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