Pensandote...

Desconozco si los escondías para que no me los comiera o porque tu siempre me llamabas la atención cuando yo comía algo parecido. Siempre quedaba uno y yo me lo comía, a veces era vainilla otras tantas fresa pero pocas veces chocolate. Ocultos detrás de tu espejo o cerca de tu guitarra o encima de tus cancioneros, por donde habitaban tus perfumes inclusive entre tus camisas y pantalones, celebrando el hallazgo los comía con gusto. Rara vez los encontré entre tus novelas de ciencia ficción y conspiraciones, quien iba a decir que ahí estaban tus secretos. Siempre que limpiaba la casa encontraba bolsas en los lugares menos pensados, me pregunto si esa manía de esconderlas, mi hermano la adquirió de tus genes, siempre tan silencioso, sereno y tranquilo me pregunto si esas manías las aprendí de ti, extraño esas bolsas de submarinos escondidas en los rincones menos pensados... siempre buscándolos, pensándote... queriendo comer aquel que siempre te sobraba.