Celebrando el post #50

Estaba organizando mi carpeta de documentos personales y entre tantas curiosidades encontre esto, una reliquia según yo, pertenece a una serie de cartas que hace tiempo escribí, la transcribo tal cual, creo que ya no volveré a escribir algo asi en mucho tiempo.

Escribo para saber de ti, una vez más escribo en una tarde de melancolía con un dejo de romanticismo, el invierno ha llegado a acompañar mi poesía y la osadía de encontrar tus sentidos en mis horas. Quisiera escuchar de ti, la historia de tu vida pues intriga mi alma ese fascinante mundo que conlleva tus alegrías y tristezas, algunas veces en los cuentos de mis sueños te creo princesa en otros mas eres mi compañera, enfrento dragones que toman miles de formas humanas o algunas más, solo para recibir de ti la sonrisa que consuela las heridas de mis batallas y esa mirada que aliviana mi corazón y alma. Fue quizás ayer cuando las dudas inundaron mi pensamiento, perdí el tiempo para solo darme cuenta que ya hace tiempo yo te amo, no es necesario hacer alarde de esto. Un corazón escéptico como el mío no cree en los Ángeles pero tu eres la antitesis de mi teoría, pues al verte pasar a mi lado puedo ver tus alas extendidas convirtiendo tu entorno en magia, y ese brillo negro que me rodea lo transformas en puro, alimentado mi espíritu.

Han pasado días desde que escribí la ultima carta, probablemente sea por el simple hecho del efecto del período sin verte, quizá aun por pensar que te olvido, pero al recordar la sensación que provocas, te empiezo a querer más. Solo me resta decir que eres la destrucción de mi construcción de esquemas sobre mujeres bellas porque la perfección es inexistente en la vida, pero tu, sutil diosa casi la logras solo te falta la inmortalidad para admirar y adorar tu belleza en cuerpo y esencia.