Versos sin sentido

Dentro de esta búsqueda que se entrega al anochecer, me quejo del destino y me dejo acompañar por la soledad para meditar sobre el brillo del mundo, ya tan invadido por una extraña luz que se escapa de algún demiurgo, que molesto por el mundo se manifiesta y me hace escribir algo absurdo como unos versos vacíos sobre la medianoche.

Recorrí los caminos que me llevan hacia ella y no logro encontrar la respuesta a esa pregunta, porque me gusta tanto me he preguntado una y otra vez pero no lo se, quizás es como siempre soñé y sin embargo aunque este notando su imagen antes de ir a dormir o de pensar por ella cuando el sol me hace despertar y me molesta con su brillo, o por el simple hecho de ser diferente y tan linda al mismo tiempo, o por ese absurdo deseo de admirarla todo el tiempo, incluso no importando que el mundo se extinguiera, pues pensando en ella me podría llegar el fin del mundo sin importarme.

Sé que no puedo ni siquiera darme cuenta de cuanto la quiero, se que la necesito para poder hacer de los días mas tenues, se que no la necesito incluso para cuando tengo miedo de preguntar a dios sobre el porque de mi amor por ella, y sin embargo rezo por ella, para que sea feliz, todo me recuerda a ella, las nubes que se ponen tristes cuando ella no esta, aquellas rocas a las que observo mientras camino hacia mi trabajo me hacen recordar lo duro de esto que se llama amor, es peor aun cuando la veo en cada archivo que se manifiesta en mi pantalla y esto es ya decir demasiado.

Todo pasa tremendamente lento y de pronto cuando ella se aparece todo es un instante acelerando el corazón y sus latidos, la respiración, los sueños y los anhelos se aceleran con ellos, todo se reduce a ella y ella reduce todo lo que sucede. Pero mi corazón sigue esperando, solo la encontré es lo que me dice mi tonto corazón pero en realidad no la perdiste, porque no la has buscado, la encontré por casualidad en mi vida, deseo su corazón y esos feos sentimientos que tanto pregona, no me importa en realidad si logrará hacerla feliz, pero necesitaría ir hacia el cielo y buscar a cupido hasta encontrarlo, le pediría que me destruyera o me ayudara pero que no me dejara con esta sensación de vacío cada vez que escribo algún verso.