Esta historia sucedió hace algún tiempo en la ciudad de los angeles de ahi creo que se perdió uno y me acompaño a comer antes de viajar hacia el cerro de la silla.El asfalto parecía rendirse ante tus ojos, lentamente se derrumbaba por cada paso que dabas un rayo de color radiante adivinaba el escenario de izquierda a derecha sin la cobardía que te distingue, alcance a reaccionar y ya estabas frente a mí, apenas si pude mirar a mi alrededor alcance a notar que los autos perdían control y las miradas te buscaban quizás resultaron asombrados por las alas que me dejaron perplejo, hacía ya un tiempo que las había olvidado, o miraban mas allá, en tu corazón donde rondan las sombras que te hacen única o aquel vestido de Venus que te rodeaba el caso es que no desfilabas inadvertida. Caminabas a mi lado y no dejaba de estar asustado por las causas y efectos que provocabas. El mismo efecto, el mismo efecto ensordecedor que solo tu sueles provocar estaba ahí, simple, plano, difícilmente de diferenciar con una roca así me encontraba. Quería decirlo todo pero las palabras que comúnmente surgen cuando te pienso no estaban, se escondieron al ver tu belleza o se sintieron amenazadas al no poder describir lo que es todo. Mientras tanto en el interior había juicio con el tiempo, en el que yo le exigía que se detuviera, argumentaba tu perfecto rostro y la sonrisa particular que te distingue y presentaba como pruebas tu sabiduría y seguridad; se negó rotundamente dijo que no era suficiente razón para privar a la humanidad del tiempo aún no estoy seguro si argumente lo que debía. Briznas de detalles se desprendían de tu ser dejándome entusiasmado cual chiquillo al conocer por primera vez la navidad y esperando ya al próximo año contando los días para llegar. Al final la pase de maravilla interpretando ningún papel frente a ti.
Puede pasar el tiempo y seguirás siendo impresionante. Bien lo sabes antes que nadie...
1 comentario:
Oh sí, hay gente de esa... cada vez menos pero sigue habiéndola
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